El 17 de mayo se pretenden asignar 3.000 nuevos megavatios de potencia instalada para la generación de energía eléctrica a partir de fuentes de energía renovables. El sistema de adjudicación se realizará mediante una subasta convocada al efecto por el Ministerio de Industria y Energía. Para la mayoría de españoles, los que no tienen una participación directa en el sector de la energía renovable, lo más llamativo de la convocatoria es el sistema de retribución que regirá para las empresas adjudicatarias.
Frente a las controvertidas
‘primas a las renovables’ que originaron, entre otros efectos la ‘burbuja de la
energía solar fotovoltáica’ en España (los huertos solares), el sistema de
retribución es ahora, a la baja. De manera más específica, a las empresas
interesadas en recibir la adjudicación se les pide que detallen la retribución
mínima a la que estarían dispuestas a ‘verter’ su energía eléctrica a la red según
los diferentes tramos horarios que la normativa detalla. El coste o
remuneración mínima para cada empresa viene determinado, principalmente, por el
valor de la inversión en la nueva planta y el periodo de vida útil de la misma.
Técnicamente este cálculo se aproxima mucho al ‘Levellized Cost of Electricity
(LCOE)’ que es el coste nivelado al que se puede generar energía eléctrica y
verterla a la red. La diferencia entre el coste LCOE y el precio mayorista que
se establece en ese mercado determina si es o no necesario compensar con una
prima a las plantas generadoras.
El sistema no elimina las primas
a las energías renovables pero sí las determina de manera muy diferente al
sistema más extendido de ‘feed in tarifs’ que llegó al entorno de cuarenta
céntimos por kilovatio/hora para algunas tecnologías; una prima que –además- se
entendía garantizada para un largo periodo de años. Ahora las primas son a la
baja y ‘personalizadas’ para cada planta.
Naturalmente, ningún mecanismo
satisface a todos los agentes. Tampoco este. El argumento inicial contra este
mecanismo es que un sistema retributivo basado en una subasta marginalista a la
baja excluye a las tecnologías menos maduras a nivel de mercado, esto es, las
tecnologías que aún no han desarrollado una curva de aprendizaje que les
permita generar energía eléctrica barata a partir de fuentes renovables. De
hecho, parte de las empresas del sector (las agrupadas en torno a la Unión
Española Fotovoltaica –UNEF-) ha solicitado sin éxito al Tribunal Supremo la
suspensión cautelar de la subasta. El argumento esencial que sostienen estas
empresas es que el sistema de subasta beneficia a las empresas de generación
eólica.
La administración andaluza a
través de la Agencia de promoción exterior, Extenda, tiene un marcado interés
en potenciar las empresas de este sector. Aunque un poco escondida por el
volumen de información que contiene, su portal web ofrece una interesante
información sobre los proyectos de energías renovables en los que participan
empresas andaluzas a lo largo y ancho del mundo. También ofrece información
sobre las licitaciones abiertas.
Los 3.000 MW de energía eléctrica
renovables representan una parte pequeña de los 105.302 MW instalados en total
en España pero se suma a la potencia instalada renovable que ya estaba
disponible. De esa ‘potencia verde’ 23.048 MW corresponden a la generación
eólica, casi tantos ya como los megavatios que corresponden a la energía
hidráulica (23.353).
Aunque el sistema de generación
eléctrica español siga caminando hacia una matriz de tecnologías cada vez menos
contaminantes, cada vez que se aumenta la parte de la misma que es renovable,
hay que echar cuentas de su coste y engrasar el sistema de respaldo, esto es,
tener garantizado que además de estas plantas renovables, está a punto
capacidad instalada gestionable suficiente para salvar los problemas de
intermitencia. Estos problemas son los derivados del carácter no gestionable
del viento o del sol frente a, por ejemplo, los combustibles fósiles. Es bueno
tener esto en mente. Si contemplamos a las energías renovables desde la única perspectiva
de las primas con las que se remunera su producción estaríamos incurriendo en
un grave problema de miopía.
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