El endeudamiento de los hogares españoles se redujo entre 2015 y 2016 en casi 11.500 millones de euros al tiempo que los activos financieros en su poder –el ahorro- aumentaron en unos 27.850. Como consecuencia de lo anterior, el Banco de España acaba de informar de que los activos financieros netos en manos de las familias españolas (la diferencia entre la primera y segunda cifras) aumentaron en algo más de 39.000 millones de euros. Los hogares españoles poseen un patrimonio neto de casi 1.3 veces el valor del PIB anual.
Al tiempo que las familias
españolas siguen quitándose deudas de encima y aún desconfían de la
recuperación económica (por eso no repunta el crédito), llega el momento de
hacer la declaración de la renta. Esto permite ver el ahorro de los españoles
desde otro punto de vista; el de su rendimiento.
Viene esto a colación del dato del
ahorro de los andaluces que comentábamos la semana pasada; una fotografía que
no nos mostraba con un perfil precisamente ahorrador y que conviene poner en
perspectiva. Un buen ángulo es comparar el perfil de ahorro de las regiones españolas
similares en renta per capita.
El ranking más reciente de renta
per capita regional lo aporta Eurostat, la oficina de estadística de la Unión
Europea. Los datos se contienen en el anuario estadístico de 2016, están
presentados en lo que los economistas llamamos paridad de poder de compra (lo
que permite una comparación entre cifras homogéneas) y otorgan el valor 100 al
promedio de renta regional europea. Con los datos en la mano, el ranking de las
tres últimas regiones españolas permanece como una fotografía indeleble que se
mantiene inalterada desde hace décadas: Castilla-La Mancha (71.69), Andalucía
(67.39) y Extremadura (62.83). Dejamos a un lado aunque es oportuno recordar
que la posición de Ceuta y Melilla es peor.
Es interesante ver el perfil
ahorrador de estas tres regiones para ver si se confirma o refuta el perfil
poco ahorrador de los andaluces; un perfil fácil de enlazar con el arquetipo de
una ociosidad indolente. Todavía más interesante es ver si ese perfil permanece
constante antes y después de la reciente crisis.
Tomemos tres años; 2007 (previo a
la crisis), 2012 (pico máximo de la recesión) y 2015 (último año para el que
disponemos de datos tributarios). Si vemos el ahorro a través de las
declaraciones de la renta, debemos tomar como un buen indicador el de los
rendimientos del capital mobiliario. Indudablemente no nos dan el volumen del
ahorro (para eso tenemos otras fuentes) pero sí el rendimiento del mismo.
Habida cuenta de que los productos financieros son similares en todas las
regiones españolas, la fotografía que ofrecen los rendimientos del capital
mobiliario es una buena aproximación al ahorro regional.
Los datos de la Agencia Tributaria
son claros; la renta determina el ahorro así que no hay un perfil de ahorro más
bajo de los andaluces con respecto al resto de regiones españolas con menor
renta per capita.
Para ser exactos, en 2007 más de
2.5 millones de andaluces declararon tener rendimientos de sus ahorros. En 2015
habían dejado de hacerlo medio millón de contribuyentes si bien es cierto que
mediando reformas fiscales entre uno y otro año. El rendimiento medio fue de
792 euros en 2007 y un poco menos -749 euros- en 2015. Entre medio y en 2012
(pico máximo de la crisis) el rendimiento repuntó hasta los 808 euros por
declaración media del IRPF. Conviene recordar que eran años de una elevada
prima de riesgo y, consecuentemente, también elevados tipos de interés.
Lo más interesante es que el
ranking de ahorro corresponde perfectamente al ranking de renta per capita
antes y después de la renta, es decir, de antepenúltima a última posición la
secuencia es siempre, Castilla-La Mancha, Andalucía y Extremadura. Los
rendimientos promedio fueron de 902, 792 y 606 euros en 2007 y 886, 749 y 722
euros en 2015. Para el año 2012 la fotografía no cambia.
El único análisis estilizado que
se puede hacer es el que arroja un deterioro del perfil ahorrador de los
andaluces. Por ejemplo, en 2015 los rendimientos del ahorro en Andalucía eran
el 82 % de los que obtenían los castellano-manchegos mientras que en 2007 eran
el 87 %. Los extremeños también mejoran su posición respecto a Andalucía. A
efectos fiscales sus rendimientos respecto a los andaluces en 2016 eran el 96
%; mucho más cerca que en 2007. Para este año los rendimientos del ahorro en
Extremadura eran sólo el 76.5 % de los rendimientos en Andalucía. Las
conclusiones no son difíciles de extraer.
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