sábado, 2 de enero de 2021

ANDALUCÍA A TRAVÉS DEL ESPEJO. LA ECONOMÍA. (Publicado el 16/07/2018 en La Razón)

 

El Consejo Económico y Social de Andalucía acaba de publicar el número 8 de la Revista Económica y Social incluyendo una batería de indicadores económicos y sociales elaborados a partir de la información del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía. Son indicadores habituales de coyuntura económica referidos al primer trimestre de 2018 de los que se pueden espigar algunos especialmente llamativos.

El más destacado es, sin duda, la fuerte caída de la inversión extranjera bruta que lo fue del 58,6 por ciento desde el primer trimestre de 2017 al mismo periodo de 2018. Esta misma cifra es muy diferente a la registrada para el conjunto nacional para el mismo periodo que también fue negativa pero sólo del 3,8 por ciento.

El ritmo al que creció la economía regional es fuerte y casi idéntico al nacional, entorno al 3 por ciento, pero insuficiente para reducir la gran brecha del paro que sigue siendo la pertinaz lacra que azota a la economía andaluza. Ocho puntos porcentuales exactos separan las tasas de paro a nivel regional y del conjunto de España, un 24,74 frente a un 16,74 por ciento. La diferencia la explica principalmente el paro femenino, mucho más acusado en Andalucía que en el resto de España.

En el ritmo de crecimiento de la economía andaluza tiene mucha responsabilidad el sector de la construcción. Parece que quienes se llenaron la boca con el discurso de “hay que ir a un nuevo modelo de crecimiento económico regional” cuando estalló la burbuja inmobiliaria en 2008 no hicieron más que vender humo. Un modelo económico no se diseña sobre un plano alzado. Las viviendas, sí. El Valor Añadido Bruto del sector de la construcción en Andalucía exhibió un fortísimo crecimiento del 7 por ciento entre el primer trimestre de 2017 y los primeros tres meses del año en curso, a gran distancia del segundo sector que fue el sector servicios, mucho más heterogéneo que el primero.

Para entender el fuerte tirón del sector de la construcción hay que tener en cuenta la evolución del precio de la vivienda en España que ya registra niveles similares a los máximos que alcanzó en 2007 en pleno crecimiento de la burbuja del ladrillo. En un año los precios de la vivienda han aumentado en promedio nacional un 9,4 por ciento acumulando ya una subida del 25,9 por ciento desde 2014. En el primer trimestre de 2018 las compraventas de viviendas fueron 129.000, esto es, el volumen más alto desde 2007. La demanda residencial que se estima para 2018 es de 540.000 viviendas y de 580.000 para el año próximo según el Departamento de Análisis de Bankinter.

Aunque los redactores del informe no se detienen en su comentario, es también muy destacable la elevada población pensionista en Andalucía. El 18 por ciento de la población española reside en Andalucía y el 16 por ciento de los pensionistas españoles son andaluces pero con una pensión que sólo alcanza al 89, 6 por ciento de la pensión promedio que supone la pensión media en España.

Sorprende que la batería de indicadores ofrecidos por el Consejo Económico y Social no ofrezca una comparativa entre la evolución de la renta per capita entre Andalucía y el conjunto de España. Este valor sitúa a Andalucía en el puesto 17 del conjunto nacional, 18.470 euros frente a 25.000. Efectivamente, los andaluces no sólo tenemos uno de los niveles de vida más bajos de toda España –que por ejemplo explica la diferencia en el valor de las pensiones- sino que además no remonta ninguna posición. Quizá en el frontispicio de cualquier despacho de los muchos responsables de promover el desarrollo económico regional debería colgar aquello que la reina roja decía a Alicia en el libro “A través del espejo” de Lewis Carroll, “Lo que es aquí, como ves, hace falta correr todo cuanto uno pueda para permanecer en el mismo sitio. Si se quiere llegar a otra parte hay que correr por lo menos dos veces más rápido”.

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