lunes, 27 de enero de 2014

EL CORRESPONSAL SIEMPRE LLAMA DOS VECES (y II) (José Manuel Cansino en La Razón el 27/01/2014)

Sepa Vd que cuando se sienta con sus hijos a ver cualquiera de las entregas de “Piratas del Caribe”, le está mostrando el origen histórico de los paraísos fiscales. Luego no se lleve las manos a la cabeza.
Si la semana pasada explicábamos con qué facilidad se podía sacar dinero de España a un paraíso fiscal con la ayuda del corresponsal de un banco, hoy explicaremos cómo sacar dinero negro.
Imaginemos que alguien ha sumado 500.000 euros a base de comisiones ilegales por colar a gente en un ERE, por amañar un contrato, por vender droga o por recibir donativos para un partido político. Esa persona quiere hacer dos cosas; blanquear su dinero y llevárselo a un paraíso fiscal.



Asesorado oportunamente puede tomar un par de opciones. La menos sofisticada y más incómoda es viajar a paraíso fiscal varias veces –sólo o en compañía de otros como decía la célebre sentencia-. Puede llevar consigo hasta 10.000 euros por persona y viaje. Esa es la cantidad máxima legalmente permitida.
Pero puede que opte por una estrategia más sofisticada que consiste en lo siguiente.
En primer lugar puede comprar una obra de arte por 10.000 euros. En segundo lugar y con una simple llamada de teléfono constituye la sociedad “Procrimen 1” en las Islas Fiyi –paraíso fiscal- y la ponen a nombre de un testaferro de su confianza. En tercer lugar, la sociedad “Procrimen 1” crea la sociedad “Procrimen 2” en Gibraltar –un caso en cuya denuncia sobresale la del economista y abogado, Guillermo Rocafort-. En cuarto lugar, “Procrimen 2” crea la sociedad “Procrimen 3” en las Islas Caimán y abre una cuenta en la sucursal que allí tiene el banco suizo “Lavandería XX”. Las sociedades pueden estar a nombre del mismo o diferentes testaferros y los gastos de constitución de cada empresa no superarán los 500 euros. De hecho hay miles de empresas creadas dispuestas a venderse a golpe de llamada telefónica.
Ahora, la empresa “Procrimen 3” y en contrato privado le compra la obra de arte por 500.000 euros. De esta forma la persona en cuestión acaba de blanquear 490.000 de los 500.000 euros que había sumado a base de ERE’s, drogas o de donaciones al partido. Tenga en cuenta que el dinero jamás ha salido de España; ha estado oculto todo el tiempo.
Con el dinero blanqueado recibe la visita a su domicilio del Corresponsal del banco “Lavandería XX” y procede de la misma forma que explicábamos la semana pasada. Le extiende un recibo y el corresponsal de “Lavandería XX” en su propio nombre ingresa los 500.000 euros en la cuenta que tiene en cualquier banco español. Minutos después el banco español habrá transferido su dinero a la sucursal que el banco suizo “Lavandería XX” tiene en las Islas Caimán.
Como recordó magistralmente el Inspector de Hacienda José María Peláez en el programa monográfico que dedicó Jordi Évole a los paraísos fiscales, el origen de estos se remonta a la piratería del siglo XVII. En aquel siglo y en el tiempo que vino después, la corona británica –la misma que sigue imperando en Gibraltar-, fomentaba la piratería principalmente contra España. Gran Bretaña amparaba a los piratas que atacaban los barcos españoles cuando operaban desde las islas del Caribe o del Canal. Allí escondían el botín a buen recaudo.
Hoy en muchas de esas islas se han cambiado los parches por corbatas de Hermés y las piezas de artillería por ordenadores pero el origen de su dinero sigue siendo, mayoritariamente, el crimen.

Como decíamos la semana pasada, se puede luchar eficazmente contra esto aplicando la recomendación del economista francés René Passet, dejando de reconocer los actos jurídicos firmados en paraísos fiscales.

José Manuel Cansino. Profesor Tribunal de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla.

lunes, 20 de enero de 2014

EL CORRESPONSAL SIEMPRE LLAMA DOS VECES (I) (José Manuel Cansino en La Razón el 20/1/2014)


En promedio, a las 6.30 am suena el despertador de los millones de españoles que hemos tenido la fortuna de conservar el empleo después de la debacle que comenzó en 2008. El reloj, con la admonitoria sentencia que lleva el de la Plaza de San Marcos en Venecia (“Todas hieren, la última mata”), cada vez suena antes y se apaga más tarde. En buena medida se debe a historias como esta primera de dos entregas.
Está el millón de euros en billetes de cien apilados en la mesa del despacho. Al lado, un maletín abierto con vocación de fugaz acogida; resignado a su instrumental misión de transporte, a morada para unas horas.


A las 8.00 a.m. suena el timbre de la casa. El tipo estaba bien trajeado. Una edad neutra, una mirada incisiva y un apretón de manos estudiado. Nada fláccido.
-        Fulanito de copas; corresponsal del Banco Impune de Panamá.
-        Pase, pase.
Quien recibía observó durante unos minutos como el Sr Corresponsal contaba los billetes de 100 euros y los iba introduciendo en el maletín. Una aritmética sencilla pero necesariamente precisa.
Cerró el maletín, “Click, click”, extendió la libreta de recibos, desenroscó su Montblanc Meisterstück‎ de émbolo, anotó el nombre de su cliente y la cifra redonda de 10 a la 6. Luego salió de la casa camino de la Avenida donde estaba la oficina de banca privada del banco español (para esta historia sirve cualquiera de los bancos que Vd conoce). En la época del “taco”, para ser tratado como cliente de banca privada tenías que sumar un patrimonio mínimo de 500.000 euros. Luego con “la cosa”, la cifra bajó mucho hasta una cifra imprecisa en torno a los 150.000 euros.
El empleado le saludó con exquisita cortesía.
-        ¿De nuevo por aquí?
-        Así es.
-        ¿Qué me traes hoy?
-        Otro milloncete.
Anotó el ingreso y procedió como de costumbre, esto es, en unos minutos ya estaba transferido el dinero a la cuenta señalada por el propio corresponsal en el Banco Impune de Panamá.
¿Puede seguirle la pista la Hacienda Pública española al milloncete de euros que se ingresó en la cuenta del banco español minutos antes de “viajar” a Panamá? La respuesta es no. En primer lugar, el ingreso del millón de euros lo ha hecho el corresponsal del Banco Impune y no su dueño quien sí conserva un recibo del Banco Impune que le garantiza su propiedad. En segundo lugar porque Panamá está catalogado por el Real Decreto 1080/91 del gobierno español como paraíso fiscal.
Para tener el estatus de paraíso fiscal debes cumplir dos requisitos a la vez. El primero es tener una fiscalidad muy reducida (pagar pocos impuestos). El segundo es negarse a colaborar eficazmente con las autoridades de otros países cuando reclaman información del tipo ¿de quién es el milloncete de euros que el día tal salió del banco tal camino de su país?
El milloncete de euros no va a pagar ni un céntimo de impuestos en España; ni para pagar la sanidad ni para pagar el teléfono móvil del político de turno que lo emplea largamente en aquello a lo que principalmente se dedica; medrar para seguir siendo político de turno.
El informe de la organización “Tax Justice Network” estimaba en 24 billones de euros el dinero total en paraísos fiscales en 2010. El expresidente del Comité científico de la organización “Attack”, el economista francés René Passet ha propuesto la siguiente fórmula para acabar de un plumazo con los paraísos fiscales; “dejar de reconocer los actos jurídicos firmados en esos países”.
Hay quien invocando la “sensatez” se apresura a decir que es imposible acabar con estos nidos de dinero que atesoran casi el 25 % del PIB mundial. Bueno, pues supongamos lo siguiente. Dado que EE.UU. ha expresado reiteradamente –por ejemplo en el G20- su determinación a acabar con los paraísos fiscales, imaginemos este escenario.
EE.UU. se enfada mucho con el Paraíso Fiscal A (que es una isla caribeña tan exótica como microscópica) porque la NSA (que manda más que la CIA) le ha dicho que allí hay un montón de dólares que si tributasen en su país podía evitar el colapso fiscal. Entonces el presidente Obama hace una declaración diciendo que la Isla A tiene armas de destrucción masiva (millones de dólares opacos al fisco norteamericano). Advierte a la isla A que si no permite que entre una comisión de observadores internacionales (inspectores de hacienda) y verifique su situación, liderará una coalición internacional (lo de la ONU lleva mucho tiempo) que va a dejar la isla más limpia que una patena. Naturalmente, a las pocas horas el dinero ha volado de la isla.
Pero, ¿qué tiene que ver el despertador del comienzo? Pues que cada vez que un euro sale de España y deja de tributar, a Vd le toca pagar un poco más y levantarse más temprano aún.

Por último, el millón de euros que metió en corresponsal en su maletín no necesariamente tenía que ser ilícito o negro. La semana que viene (si seguimos por aquí) contaremos la visita del corresponsal para llevarse dinero negro.

José Manuel Cansino. Profesor Titular de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla.

martes, 14 de enero de 2014

LA FIESTA DE LA DEUDA PÚBLICA (José Manuel Cansino en La Razón el 13/01/2014)


En junio de 2012 estaba en Amsterdam participando en la “Urban Environmental Pollution Conference”. Pocas veces tantas personas se dirigieron a mí para preguntarme por la situación económica española que entonces tenía una prima de riesgo desbocada que llegó a los 650 puntos básicos en julio de ese año. Desde España, familiares y amigos me llamaban y escribían para saber si debían sacar su dinero de los bancos temiendo un corralito. Mis colegas en el congreso confieso que se interesaban más por la coyuntura económica de nuestra Nación que por los trabajos que exponía en las diferentes sesiones.
Yo sabía que los intereses que entonces estaba pagando España por financiarse no habían sido los más altos de la Historia reciente. Sin ir más lejos, en 1996 España pagaba un 12 % por colocar bonos a 10 años, pero entonces la prima de riesgo con el bono alemán de referencia no era tan alta como la de 2012.



Seguramente tardaremos años en saber cuál fue la cantidad de dinero que los españoles sacaron de los bancos aquel verano de 2012. Lo que sí sabemos es que todo cambió después de que Mario Draghi pronunciase su célebre frase el 26 de julio de ese año afirmando; “El Banco Central Europeo hará lo necesario para sostener el euro. Y créanme, eso será suficiente”.
Desde entonces y por la vía de un ajuste draconiano, la prima de riesgo española ha llegado a estar por debajo de los 190 puntos básicos. Sólo en 2013 el abaratamiento de los intereses de la deuda supuso a España un ahorro de 8.700 millones de euros (M €) respecto a lo previsto. Téngase en cuenta que los españoles pagamos el año pasado unos 80.000 M€ sólo en los intereses de la deuda viva; una deuda que asciende a 954.863 M€ -el 94,2 % del PIB- y que parece que tocará techo cuando alcance el 100 % este año.
Para alcanzar esa cifra redonda el Tesoro –que es el órgano encargado de las emisiones de deuda-ha planeado emitir la cifra record de 242.370 M€, de los que 23.000 M€ servirán para que el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) siga alimentando el agujero del Estado de las Autonomías. Sólo Cataluña supera ya los 80.000 M€ de deuda y es una región que lleva técnicamente rescatada varios años por el resto de España.
Analicemos la cifra de deuda a emitir en 2014 -242.370 M€- y que representa aproximadamente el 24 % de nuestro PIB. La mayor parte de esta deuda servirá para amortizar la deuda que vence este mismo año. En términos coloquiales esto significa que pedimos más préstamos para pagar los préstamos que nos vencen, como si diésemos una patada hacia adelante al balón. Pero 65.000 M€ serán “emisión neta” de deuda, es decir, deuda nueva fruto de nuestro déficit público. Los economistas han discutido mucho sobre el límite de la deuda pública. Como en tantas cuestiones, tampoco aquí hay consenso científico. Pero sí lo hay en señalar como preocupante las situaciones en las que el crecimiento del endeudamiento es superior al crecimiento del PIB. Así las cosas, el endeudamiento neto apenas supone un crecimiento del 0.06 % respecto al PIB; bastaría un crecimiento económico superior para tranquilizar a la ortodoxia económica.
Pero lo más relevante quizá sean las condiciones en las que vamos a conseguir que los presten los 242.370 M€ (en 2013 pedimos prestados 236.695 M€). En este momento somos capaces de colocar 
bonos de deuda pública española con vencimiento a 10 años al 3.8 %. Teniendo en cuenta que el bono alemán se está colocando al 1.9 %, cualquiera puede restar ambas rentabilidades, multiplicarlas por 100 y obtener los 190 puntos básicos en torno a los que ahora se mueve nuestra prima de riesgo.
Esta buena situación de la prima de riesgo se extiende al mercado secundario, a entidades privadas y a otros países. Por ejemplo, Bankia acaba de conseguir 1.000 M€ en bonos en la primera emisión que realiza desde que fue nacionalizada. También Portugal –país aún en situación de rescate- ya coloca deuda pública a niveles razonables e Irlanda lleva tiempo haciéndolo a un interés incluso inferior al de España.
Esta mejora también se sostiene en un análisis detallado de la distribución de tenedores de la deuda pública española.El porcentaje de deuda en manos de inversores extranjeros aumentó levemente en 2013 respecto del año anterior. También lo hizo la participación de las entidades de seguros y se redujo la deuda en manos de Administraciones Públicas. Lo que sí permaneció constante es la deuda en manos de bancos españoles que doblaron su participación a partir de 2011. Desde 2012 –
recordemos la histórica frase del presidente del BCE- este banco dispuso una barra libre para los bancos que les permitió comprar una deuda pública muy rentable con millones de euros prestados casi al 0.5 %. Un negocio redondo para los bancos que ofrecían como aval de los préstamos pedidos al BCE la misma deuda que compraban.
Con todo, aún persiste el divorcio entre el crédito que fluye cómodamente a los Estados y la sequedad del crédito que asfixia a empresas y familias. El divorcio entre la economía financiera y la real es un rasgo tan explícito como una cicatriz en la cara de esta economía brutal en la intentamos supervivir.

Profesor Titular de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla.

lunes, 6 de enero de 2014

UNA MOCHILA CON CARBÓN DE REYES (José Manuel Cansino en La Razón el 6/01/2014)


Hubo un tiempo no muy lejano, ese que ahora llamamos grosero pero que en el fondo la mayoría añora, en el que el número de afiliados a la Seguridad Social en España fue de más de 19 millones de criaturas. De ellas, 3.1 millones residían en Andalucía. La crisis se llevó por delante desde 2007 hasta febrero de 2013 a 3 millones de cotizantes de los que casi medio millón correspondieron a Andalucía.




Lo anterior debe leerse de la siguiente forma; el PIB español desde 2008 ha tenido una caída del 6 % pero la caída del empleo ha sido del 20 %. Probablemente sea este el mejor ejemplo de que una buena parte de nuestra economía era una 'Economía fingida' tal y como titule hace poco tiempo un libro dedicado al análisis de la crisis tomándole el título al ingeniero Eusebio León.
Es cierto que casi desde los primeros meses del apenas superado 2013, las afiliaciones a la Seguridad Social comenzaron a crecer. El dato del mes de diciembre que acaba de hacerse público es particularmente esperanzador. Con todo no ha impedido que el año cierre con una caída neta en el número de cotizantes de 85.041; un dato mucho menos dramático que el registrado en 2012, año en el que los afiliados a la Seguridad Social disminuyeron en 787.240 personas.
Con mucha probabilidad en 2014 tendremos un aumento neto en el número de cotizantes de la Seguridad Social. Sin embargo, los datos pueden confirmar que a pesar de aumentar el número de adiliados, la masa salarial disminuya. Este resultado sería posible si el aumento neto es pequeño y se continúa con la disminución de salarios. Estamos trabajando por mucho menos y sin hacer la medición en términos de poder adquisitivo. De hacerlo, el escenario es mucho más oscuro.
Al mismo tiempo que se ha hecho público el dato de afiliaciones a la Seguridad Social, el Servicio Público de Empleo Estatal ha publicado la cifra de paro registrado. Una cifra que disminuyo en el mes de diciembre en 107.570 personas y que en el total acumulado para 2013 supuso una reducción de 147.385; una cantidad muy pequeña comparada con casi los 6 millones de desempleados que siguen existiendo en España según la Encuesta de Población Activa.
De esos casi 6 millones de parados sólo percibían una prestación por desempleo en diciembre del año pasado 2.801.262, lo que supone a los que trabajadores ocupados financiar una nómina mensual de 2.355,5 millones de euros en prestaciones.
Es muy tentador decir que la clave para entender la disminución en el paro registrado está en la emigración. De hecho España tuvo en el primer semestre de 2013 un saldo migratorio negativo de - 124.915 personas. En otras palabras los residentes que emigran superan en esta cifra a los inmigrantes que recibimos. En el caso de Andalucía, más de 4.000 personas decidieron emigrar en los seis primeros meses del año pasado contribuyendo a engrosar esa cifra que tanto se parece a la disminución en la cifra de parados.
Sin duda, una parte muy importante del desempleo español se va a resolver por la vía de la emigración. Históricamente siempre ha sido así en todas las economías en declive que han convivido con otras economías bollantes. 
Hay analistas que estiman en una década el tiempo que España deberá invertir en recuperar los niveles de afiliación a la Seguridad Social de 2007 (más de 19 millones de personas), pero si ya ocurre que las estimaciones para el próximo trimestre son arriesgadas, las que lo fían a una década tienen mucho de bola de cristal.
En cualquier caso, no nos engañemos, si pudiéramos volver a la época del endeudamiento fácil y de la burbuja, aquí se apuntaban casi todos los que ahora apedrean bancos con la misma facilidad que antes echaban el brazo por encima al director de la sucursal de turno.
La salida de la crisis no sólo depende crucialmente del retorno del crédito . Depende también de evitar una nueva situación de sobre endeudamiento de familias, empresas y administraciones públicas. Depende, en definitiva, de no volver a caer en una Economía fingida o de cartón piedra y de ello deben tomar buena nota los más jóvenes que ahora toman el avión con una mochila con carbón de Reyes Magos. Carbón dulce.

José Manuel Cansino. Profesor Titular de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla.