viernes, 1 de enero de 2021

8-M. OSLO, BARCELONA, ALGECIRAS. (Publicado el 12/03/2018 en La Razón)

 

Con datos de 2015 el puerto Bahía de Algeciras es el segundo en volumen de tráfico de contenedores siguiendo muy de cerca al de Valencia que es el primer puerto en importancia de la Cuenca Mediterránea. El puerto de Barcelona los sigue a considerable distancia (1.965 miles de TEU frente a los 4.615 de Valencia). El TEU es la unidad equivalente de medida de los contenedores y equivale a un contenedor de veinte pies. A pesar de ser el tercer puerto en importancia de España y pulmón comercial de Tabarnia, sigue esgrimiéndose por secesionistas catalanes como un argumento para la supervivencia económica de una Cataluña independiente. Como parte del discurso construido por los economistas del grupo Wilson (los autores del falso relato sobre la viabilidad de una Cataluña independiente) se sostiene que el Puerto de Barcelona será la principal puerta de entrada por el Mediterráneo del comercio asiático con Europa. Merece la pena verificar lo que de verdad hay en esto toda vez que el jueves 8 de marzo el Boletín Oficial del Registro Mercantil publicó el cambio a Algeciras del domicilio societario de la compañía naviera Wilhelmsen Ships Service Spain SA. La compañía pertenece a la naviera noruega Wilhelmsen fundada en 1861, un gigante mundial con 21.000 empleados en 125 países y que llegó a España en 1987 estableciendo su cuartel general en Barcelona.

Medido en toneladas, las estadísticas publicadas por la Autoridad Portuaria de Barcelona para 2017 muestran que el principal tráfico marítimo que mueve el puerto procede de la navegación de cabotaje con origen o destino en el resto de puertos españoles. Este volumen de mercancías sumó 9.119.646 toneladas frente al segundo destino más importante (Francia más Italia) que supuso mover 7.777.832 toneladas. Igual que los principales clientes de las empresas catalanas son el resto de españoles por encima de los residentes en el extranjero, el tráfico comercial más importante de su puerto lo es con el resto de puertos españoles.

Conviene ver la importancia relativa del Puerto de Barcelona entre el conjunto de los principales puertos del mundo. De los 50 puertos más importantes del Planeta, 28 son asiáticos. De nuevo con datos de 2015, el más importante es el de Shanghai (China) que movió ese año 36.540 miles de TEU seguido de los puertos de Singapur, Shenzhen (China) y también puerto chino de Hong kong. En esa lista de los 50 puertos más importantes de mundo no aparece el de Barcelona, el último es el de Tánger Med en Marruecos, pero sí aparecen los puertos de Valencia y Bahía de Algeciras.

El delirio ‘prucesista’ se sigue pareciendo mucho al de una triste lotería cuyos resultados casi a diario publica el Boletín Oficial del Registro Mercantil. En él aparece el listado de empresas que sacan su domicilio social de Cataluña y el de lugares agraciados que reciben a las nuevas sedes. Aun así no son pocos los que señalan que mover la sede social pero mantener su actividad económica y puestos de trabajo en Cataluña es pura cosmética; sin impacto real. Los estudiosos de la Economía de la Empresa o de la organización industrial han arrojado evidencia empírica muy robusta sobre la importancia del denominado “efecto sede” como dinamizador del crecimiento empresarial del entorno. Los estudios desmienten la idea de que es inocuo mover la sede pero no la actividad económica.

El efecto sede repercute a medio y largo plazo en el desarrollo económico de las ciudades y regiones sobre todo por los efectos indirectos de creación de actividad económica y empleo en torno a las empresas y directivos allí instalados. Así lo señala la profesora de la Universidad Complutense de Madrid Mónica Melle Hernández. Las empresas acaban trabajando con proveedores locales. Ello implica mayores consumos de bienes y servicios, especialmente de alto valor añadido, potenciando la creación de un sector de alto potencial de empleo como es el de servicios a las empresas –sector TIC, consultoría y asesoramiento, servicios financieros, etc.-.

La profesora Telle insiste en que la principal ventaja del efecto sede es el intangible de imagen y reputación, que favorece la atracción de nuevas empresas y la constitución de centros financieros y empresariales en las grandes ciudades, así que Algeciras está reforzando también su perfil de sede para las empresas relacionadas con el tráfico marítimo.

El mismo día 8 de Marzo en el que la naviera Wilhelmsen soltaba amarras del puerto de Barcelona camino de Algeciras, otras diez empresas comunicaban lo mismo. Los sectores eran sumamente diversos pero todas iban a engrosar a larga lista de las más de 3.000 empresas que ya ejercen su “efecto sede” fuera de Cataluña.

El tráfico comercial con el gran mercado asiático es de tal magnitud que la idea de querer monopolizarlo aunque sólo sea en el Mediterráneo es en absoluto creíble. Cuando además se analizan las estadísticas el relato independentista deviene insistentemente en humo o más incluso, en niebla. En una niebla tan densa que se agarra a las alambradas pero niebla a cuya ceguera siguen anudados los sueldos del independentismo profesional y las esperanzas de quienes aún siguen negando la realidad de que el relato secesionista no da para más.

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