martes, 24 de febrero de 2015

¿ES LA CREDIBILIDAD DEL DEUDOR UNA GRAN POLÍTICA SOCIAL? (José Manuel Cansino en La Razón el 23/2/2015)

En el párrafo número doce de su artículo del 16 de Febrero en el New York Times, el ministro de Hacienda o Finanzas griego, Yanis Varoufakis, concretaba su petición a los ministros de economía de la Unión Europea: “Estamos pidiendo unos cuantos meses de estabilidad financiera que nos permitan embarcarnos en la tarea de reformas que la población griega pueda soportar, de manera que podamos traer de  vuelta el crecimiento (económico) y poner fin a nuestra incapacidad de devolver nuestras deudas”. Cuatro días más tarde, el Gobierno Griego consiguió cuatro meses de prórroga de sus socios europeos. Este resultado, de por sí difícil de alcanzar y del que se han hecho lecturas “victoriosas” por casi todas las partes, no es lo más difícil. Lo verdaderamente clave ahora es concretar en qué consiste el lugar común de “la tarea de reformas” que ahora debe poner en marcha del gobierno griego y que estas sean distintas de las anteriores si no desean traicionar a su electorado. Pero sobre todo, deberán ser eficaces para recuperar el crecimiento económico en Grecia y con él la capacidad de acabar con la pobreza y la incapacidad de devolver los préstamos.



En el fondo de este debate está la idoneidad o no de la política de austeridad como camino de retorno al crecimiento económico. Parte determinante de ese retorno es conseguir mejorar la reputación del país deudor ante sus acreedores. Esa credibilidad del deudor no es nada etérea ni viscosa; es una magnitud perfectamente medible y además cotidiana denominada prima de riesgo.
Una buena cuestión relacionada directamente con lo anterior pero habitualmente orillada en el debate sobre la maldad o bondad de la política de austeridad es si, frente a los recortes en prestaciones sociales muy sensibles a las que la política de austeridad conduce, la reducción de la prima de riesgo debe considerarse también una política social pero de signo contrario. En definitiva la pregunta es si una reducción significativa de la prima de riesgo debe considerarse como un aumento de la renta disponible que los ciudadanos deben poner en la balanza frente a los recortes en el gasto público.
España es un buen ejemplo para esto. En junio de 2012 yo estaba en Amsterdam en un Congreso científico Internacional y la prima de riesgo española estaba cerca de alcanzar su máximo de 638.42 puntos básicos. Probablemente tardaremos muchos años en conocer cuál fue verdaderamente la fuga de capitales de los bancos españoles bien hacia otros bancos bien hacia los “colchones” de los hogares españoles. Lo que sí puedo contarles es que mi teléfono no dejó de sonar con llamadas angustiadas pidiendo consejo sobre qué hacer con los ahorros depositados en bancos.
Tres años más tarde la prima española ha llegado a caer incluso por debajo de los 100 puntos básicos. En definitiva ahora el dinero que España pide prestado –en promedio- es más de un 5 % más barato de lo que pagábamos en 2012. Esto es sin duda un ahorro para los contribuyentes actuales y también para los futuros que heredarán parte de una deuda pública que ya supera el valor de nuestro PIB.
Pero al tiempo que la prima de riesgo española ha bajado pareja al aumento de nuestra credibilidad ante los acreedores, los recortes presupuestarios –la política de austeridad- ha ido creando una bolsa de damnificados creciente. En ella estamos todos a los que se nos quitó parte de nuestro sueldo, los que tenemos los ingresos congelados y perdiendo poder adquisitivo, los enfermos a quienes se le han retirado la financiación pública de sus medicamentos, aquellos que han perdido sus empleos por trabajar en empresas que tenían como cliente principal al sector público, etc. También están en la bolsa de damnificados de la política de austeridad todos los que ahora pagamos un IVA más alto o unas tasas más caras por acceder a servicios públicos como la educación universitaria.
¿Qué explica que en la imaginaria balanza ciudadana pese más el “austericidio” que la política social asociada a una significativa reducción de la prima de riesgo? Desde luego el hecho de que los recortes recaen sobre colectivos específicos y mediáticamente muy visibles y los beneficios de la mejor credibilidad se dispersan entre millones de personas. Esto es cierto pero sólo en parte. Desde luego es difícil adivinar que detrás de un pequeño abaratamiento del uso de la tarjeta de crédito está una acción de gobierno. Mucho más fácil es ver la acción de gobierno tras un recorte de gasto que deja inasistidos a enfermos crónicos. Pero además está el hecho de que la transmisión de la mejor credibilidad al bolsillo ciudadano con frecuencia falla. Por ejemplo, ¿qué beneficio social hay si pese a reducirse significativamente los tipos de interés, el acceso al crédito por las familias sigue siendo muy difícil? ¿qué beneficio social hay si una bajada en los tipos no se traduce en la reducción de las cuotas de los préstamos porque se aplican “cláusulas suelo” muy engorrosas de remover?
Pretender que la mejora de la credibilidad se perciba socialmente de manera intensa es como querer pensar que el ciudadano considera la deuda pública como una carga directa. Igual que la deuda pública es a menudo vista desde la ingravidez absoluta en el bolsillo del ciudadano, la reducción de la prima de riesgo parece materia de una ciencia arcana e inexpugnable.

La credibilidad puede ser una fuerte política social sólo si llega a los ciudadanos de manera más visible. También puede compensar el juicio social frente a la política de austeridad pero sólo si ésta reparte o dispersa socialmente sus efectos negativos. El ministro Varoufakis sabía bien lo que decía cuando escribió en el New York Times “No más programas de ‘reforma’ que apuntan a los pensionistas más pobres y a las familias con gastos farmacéuticos mientras dejan sin tocar a la corrupción a gran escala”. Sabía lo que decía aunque no deje de resultar paradójico para una “tragedia griega” que comenzó en 2010 cuando se descubrió que la corrupción en el gobierno había llegado hasta falsear completamente las cuentas del Estado Heleno.

domingo, 22 de febrero de 2015

'Tesquiya'. La conexión almeriense de Lux-Leaks.(José Manuel Cansino en La Razón el 16/2/2015)


Bonifacio Pajareta extendió su ejemplar de Le Monde abriéndolo por la página que hospedaba el artículo de Serge Michel, el periodista francés que había destapado el escándalo de ´Luxembourg leaks´. Con las palmas de sus manos fue eliminando los pliegues del papel como quien extiende una sábana y hace desaparecer las arrugas.



Bonifacio Pajareta había aprendido a hablar francés oyendo cintas de cassette por las noches. Así consiguió ascender hasta responsable de compras en la factoría de cajas de cambio del grupo francés Renault en Sevilla. Todos se mofaban de aquel tipo que usaba los descansos para ponerse unos auriculares con esponjas. Ahora él disfrutaba de su pensión pública, de su plan de pensiones privado y de una jubilación dorada en la costa almeriense.
Almería es, según el estudio del profesor Jordi Sardá para el sindicato de subinspectores de Hacienda Gestha, la provincia española que encabeza la cifra de economía sumergida con un 31.4 %, Granada ocupa la cuarta posición (30.4), Córdoba la séptima (28.8) y a poca distancia la siguen Jaén (27.7), Cádiz (27.5), Málaga (26.8), Sevilla (25.4) y Huelva (24.8). Todas a considerable distancia de Madrid, la provincia española con un menor porcentaje de economía sumergida (16.3).
Mélani se acercó a Bonifacio Pajareta y con su natural desparpajo le dijo que tenía preparada la factura por la merendola de su nieto del otro día. Bonifacio la miró con ojos enigmáticos
¿A ti te han explicado en la Facultad lo del 'tax rulling' de Luxemburgo?
Mélani es la mayor de dos hermanas. Cuando tenía seis años su madre se largó con un tipo tatuado hasta las cejas dejando a su padre en el mismo sofá del que todavía no se ha levantado. Así fue como se hizo mujer saltándose a la piola su niñez, preadolescencia, adolescencia, la edad del pavo, el pavo de Navidad y las propias navidades. Se echó la casa a la espalda, buscaba quien las llevase y recogiese del colegio, supervisaba los deberes de su hermana y recibía las ayudas de las familias del cole concernidas por lo que era no una familia desestructurada sino lo siguiente. Ahora trabajaba por las mañanas en aquella cafetería que frecuentaba Bonifacio y por la tarde se sacaba un grado en Empresariales en la Universidad de Almería.
- Pues no, no sé lo que es el 'tax rulling' ese ni tampoco qué tiene que ver conmigo.
¿Has tomado alguna vez una Pepsi? ¿visto un mueble de Ikea? ¿estudiado algún manual editado por McGraw Hill?¿comprado un libro en Amazón? ¿conoces la marca del jersey que llevo?
Mélodi asintió a todas las preguntas de Bonifacio Pajareta con quien no tenía la confianza suficiente para preguntarle si su nombre era fortuito o una venganza de sus padres.
Luxemburgo es un buen país para invertir; permite reducir la tributación de las empresas hasta menos del 1 %, las autoridades fiscales pueden ofrecerte la posibilidad de firmar un acuerdo o 'tax rulling' que te garantiza mantener la fiscalidad durante unos años y también que ese acuerdo sea confidencial. Confidencial al menos hasta que un tipo como Serge Michel lo descubre y tanto Le Monde como los miembros del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (icij.org) comienzan a publicar los documentos.
El asunto funciona así, Mélodi -explicó Bonifacio-; cualquiera de estas multinacionales crea una sociedad holding en Luxemburgo de la que cuelgan las filiales que operan en el resto de Europa, también en España. Luego las filiales transfieren sus beneficios a Luxemburgo donde apenas pagan impuestos.
Para ello la matriz luxemburguesa hace un préstamo a la filial en España que ésta devuelve con unos intereses lo suficientemente altos como para comerse sus beneficios (los intereses que paga son además gastos fiscalmente deducibles en España). Los beneficios transferidos a Luxemburgo pagan unos impuestos ridículos gracias a los 'tax rulling'. Estos acuerdos pueden llegar a establecer que el único porcentaje de ingresos sometidos a la tributación del impuesto sobre sociedades luxemburgués sea de 0.125 %. La historia termina cuando la sociedad holding luxemburguesa transfiere el beneficio a un paraíso fiscal o al país de origen de la matriz que no es infrecuente que esté en el estado de Delaware (EEUU), donde los impuestos son también muy bajos.
Mélodi miraba con ojos ávidos de aprender a Bonifacio aunque no por ello olvidó recordarle la factura de la merendola. Pero Bonifacio le pidió una última tregua y le preguntó si ya había estudiado estadística en la Facultad. La chica le dijo que sí. De hecho había pirateado un paquete estadístico con el que 'clavaba' las regresiones ante el asombro de compañeros y profesores.
Si tú tuvieras que explicar con un modelo matemático de qué depende el tamaño de la economía sumergida en España, ¿qué se te ocurriría hacer?

Bonifacio tenía en mente el estudio del profesor Sardá que cifraba el valor de la economía sumergida de 2012 en España entre el 20 y el 25 % del PIB. Un tamaño suficientemente grande como para falsear los datos de renta per capita, provocar competencia desleal entre empresarios, reducir los ingresos y la prestación de servicios públicos, conllevar malas condiciones laborales, escasas o nulas medidas de seguridad en el trabajo y otras consecuencias a más largo plazo como la de percibir una pensión mínima. Pero lo que Bonifacio quería era hacer entender a Mélodi que lo que explicaba que Almería fuese la campeona en el ranking de economía sumergida en  España era la tasa de paro, el paro de larga duración, el peso del sector de la construcción, el número de autónomos, la carga fiscal medida por la cuantía de las contribuciones a la Seguridad Social y el nivel de corrupción medido a través del índice de transparencia.
Justo en ese momento, Mélodi le hizo la pregunta de, Bonifacio, ¿usted va a querer la factura de la merendola con IVA o sin IVA?
Y entonces, señalándole al artículo de Serge Michel en Le Monde, le dijo ¿con IVA?. ¡Tesquiyá, Mélodi! Y la niña se echó a reír y con la risa marchó a clase, y con la risa volvió a casa, y con la risa revisó los deberes de su hermana y la metió en la cama, y con la sonrisa acostó a su padre y con la sonrisa comenzó a estudiar recordando el ¡te quieres ir ya! del viejo Bonifacio cuyo nombre estaba convencida de que fue una cicatriz que le dejaron sus padres. 

La corrupción también es una cicatriz para toda la sociedad aunque hay quien opina que el crimen es un delito como otro cualquiera.

martes, 10 de febrero de 2015

¿Dónde van los cerebros andaluces? (José Manuel Cansino en La Razón el 9/2/2015)


 Del más de millón y medio de estudiantes universitarios que hay en España, 250.785 lo son de alguna de las diez universidades andaluzas. 
Ha calado entre la opinión pública que buena parte de la "generación mejor preparada¨ emigrará buscando un empleo que no encontrará en España. Ya hemos discutido en varias ocasiones que no se trata de la "generación mejor preparada¨ en todos los casos; para muchos se trata de una generación ¨sobrepreparada" aunque con unos conocimientos no necesariamente apreciados laboralmente. Pero no es este el interés de este artículo sino el de analizar si, verdaderamente, hay fuga de "cerebros" andaluces y españoles al resto del mundo y, si la hay, qué características tiene.



Entre 2003 y 2013, fueron 276.124 los europeos "altamente cualificados" que emigraron a otro país europeo configurando así un mapa de países "receptores" de cerebros y países "exportadores". Los datos los ha publicado Foro Europeo Alpbach a partir de cifras de Eurostat. España en ese mapa aparece marcadamente como país con fuga de cerebros, hasta 17.890 durante ese periodo. Sus destinos principales fueron el Reino Unido (con diferencia), Alemania, Italia, Francia y Portugal. Los profesionales más demandados en esos países fueron profesores de secundaria, médicos, enfermeros, fisioterapeutas y dentistas.
¿Quiénes son estos "cerebros"? La Universidad imparte tres niveles educativos; el de grado, el de master y el de doctorado. En número, el último nivel es muy poco significativo de manera que se puede considerar el nivel de master como el del perfil más ajustado a estos "cerebros".
La Universidad española impartía en el curso 2012-2013 hasta 2.951 títulos de master con 109.113 alumnos matriculados. Las universidades andaluzas impartían 455 y en ellos figuraban como matriculados 17.742 "cerebros". Del total de matriculados en España, se esperaba que obtuviesen el título en 2013 más de 59.000. Hay una primera conclusión que ya podemos extraer y es que si en diez años emigraron a Europa 17.890 "cerebros" y en un sólo año obtuvieron su título más de 59.000, la fuga de "cerebros" a Europa es poco numerosa. En otros términos, los cerebros prefieren quedarse en casa aunque sea engrosando las cifras del desempleo juvenil o bien, desempeñando trabajos para los que sobraba buena parte de su formación (pagada entre todos los contribuyentes).
Esta conclusión debe ser, no obstante, matizada con la respuesta a la pregunta de ¿es Europa el principal destino de los emigrantes españoles? En padrón de españoles residentes en el extranjero que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE) arroja la cifra de casi dos millones de españoles residentes en el resto del Mundo, pero la mayoría (1,2 millones) residen en Hispanoamérica; "sólo" 656.841 lo hacían en algún país europeo. Esto obliga a buscar si la fuga de "cerebros" españoles y andaluces no se está  produciendo hacia otros países del mundo y no a los europeos.
La estadística de flujos migratorios del INE dice que en 2013 emigraron más de medio millón de residentes en España pero sólo 73.329 eran españoles. El destino de los españoles fue similar a lo que ya hemos visto; buena parte a países hispanos, a Estados Unidos y a Europa. De aquí se pueden extraer dos conclusiones importantes.
La primera es que frente a los casi cinco millones y medio de desempleados que arroja la Encuesta de Población Activa, el número de españoles que emigran es muy pequeño. El mercado de trabajo para los españoles sigue siendo un mercado eminentemente local aunque registre una tasa de desempleo del 35 % como ocurre en Andalucía. La segunda conclusión es que el destino de la mayoría de los emigrantes españoles es el mismo tengan o no la condición de "cerebros".
La salida de "cerebros" tiene siempre una primera lectura negativa; el país que los forma y financia su cualificación no se beneficia luego del valor añadido y de la contribución al bienestar que generan. Esto provoca una clara situación de inequidad. Pero en una segunda lectura debe tenerse en cuenta que no podemos tener mercados de trabajo locales en una economía global. Las oportunidades de empleo igual que las oportunidades de negocio no suelen estar a la vuelta de la esquina. Sobre todo cuando las nuevas tecnologías aplicadas al transporte y a las comunicaciones han reducido tremendamente las distancias.
Aunque resulte impopular, las instituciones públicas y semipúblicas andaluzas deberían hacer un esfuerzo por favorecer la búsqueda de empleo en el extranjero. Naturalmente, es difícil imaginar explícitamente esta actuación bajo el paraguas de la Junta de Andalucía o de cualquier otra administración regional. Ningún político con responsabilidad de gobierno estaría dispuesto a reconocer el fracaso de sus sistema productivo en la generación de empleo al fomentar la emigración de buena parte de su población.
Sin embargo, instituciones públicas como las universidades o centros de formación, junto con los colegios profesionales, tienen mucho espacio para trabajar en este ámbito de la orientación en buscar empleo en el extranjero y que este sea acorde con la cualificación de las personas.
Naturalmente, lo anterior no impide seguir trabajando en la creación de un sistema productivo capaz de generar un empleo que, hasta ahora ha convivido con elevadísimas tasas de paro. Tampoco es incompatible con apoyar la calidad del sistema educativo. No en vano, si los "cerebros" españoles encuentran empleo en el extranjero, cuando esos empleos se corresponden con la cualificación, será porque la formación de los españoles se valora positivamente en el extranjero.


martes, 3 de febrero de 2015

LAS CIFRAS QUE FITUR ESCONDE (José Manuel Cansino en La Razón el 2/2/2015)


Unos 24 millones de viajeros visitaron Andalucía en 2014 lo que supuso unos ingresos para el sector turístico de alrededor de 16.600 millones de euros. Sin duda esta cifra da una ajustada idea de la relevancia de este sector económico que emplea a más de 330.000 personas en la región.



Habitualmente estas cifras se exhiben coincidiendo con el inicio de la Feria Internacional del Turismo (Fitur), evento que después de la ITB de Berlín posiblemente represente el segundo evento internacional del sector de mayor relevancia mundial. No obstante hay otras cifras relacionadas con el mismo sector que no se exhiben tanto aunque también merecen su atención.
Nos referimos al apoyo que el sector recibe en los presupuestos generales de la Junta de Andalucía. Quede claro que el dinero público no es el dinamizador principal de la actividad económica privada sino las propias decisiones –privadas- de los turistas y las empresas del sector. El dinero público es un dinamizador más pero sobre un sector económico clave –para España y para Andalucía-.
Hay dos programas de gasto público orientados directamente al sector turístico sobre los que queremos poner el foco. Uno es el denominado “Planificación, Ordenación y Promoción Turística (75B en la clasificación presupuestaria)” y otro es el  de “Calidad, Innovación y Fomento del Turismo (75D)”.
Como es sabido, cada programa de gasto tiene asignada una cantidad de dinero público en la Ley de Presupuestos Generales denominada crédito inicial. Esta cifra, en general, debe coincidir con la finalmente gastada (que puede medirse por las obligaciones de gasto “reconocidas”) pero no siempre es así. Lo que sí ocurre siempre que hay una desviación sistemática entre los créditos iniciales y las obligaciones reconocidas es que el Gobierno encargado de ejecutar el gasto va perdiendo credibilidad. En otros términos, las cifras de gasto aprobadas en la Ley se acaban considerando irreales o ficticias ya que habitualmente no coinciden.
Con datos de la Intervención General de la Junta de Andalucía y retrotrayéndonos, por ejemplo a 2010, estos dos programas de apoyo al sector turístico han dejado de gastar sistemáticamente buena parte de sus créditos. Tanto en 2011 como en 2012, el programa “Planificación, Ordenación y Promoción Turística” dejó sin gastar o ejecutar más de la mitad de su dotación presupuestaria. Incluso en el año 2013, cuando menos desviación presupuestaria hubo, casi un 25 % del crédito inicial no fue finalmente aplicado a la ejecución del programa. En total y sólo para estos cuatro años, el sector turístico andaluz dejó de beneficiarse de más de 103 millones de euros que el Parlamento había aprobado destinar a la promoción turística. Una promoción que tan de actualidad resulta cada año por estas fechas coincidiendo con el evento de FITUR.
La contribución a la innovación del sector turístico desde el presupuesto de la Junta de Andalucía también muestra sus sombras. En esta ocasión casi 90 millones de euros han dejado de gastarse pese a estar aprobados para la ejecución del programa denominado “Calidad, Innovación y Fomento del Turismo”. El año de mayor cumplimiento (2010) se dejó de aplicar cerca del 20 % del crédito disponible a su finalidad, pero fue en el ejercicio presupuestario de 2013 en el que la Intervención General de la Junta de Andalucía señala la mayor desviación presupuestaria. En este año dejó de gastarse el 58 % del dinero del contribuyente que se había destinado a mejorar la calidad e impulsar la innovación de un sector tan estratégico como el turístico.

PLANIFICACION, ORDENACION Y PROMOCION TURISTICA (75B)
Crédito inicial
Obligaciones reconocidas
% Sin ejecutar




2013
69,517,274.00
52,485,586.70
0.24
2012
52,512,094.00
23,475,700.53
0.55
2011
60,011,989.00
26,617,104.58
0.56
2010
62,985,838.00
39,133,992.43
0.38
Total
245,027,195.00
141,712,384.24
0.42
Total no ejecutado

103,314,810.76

CALIDAD, INNOVACION Y FOMENTO DEL TURISMO (75D)
Crédito inicial
Obligaciones reconocidas
% Sin ejecutar




2013
18,021,388.00
7,567,297.76
0.58
2012
94,231,921.00
63,244,722.49
0.33
2011
93,989,034.00
49,035,362.61
0.48
2010
13,574,539.00
11,047,267.08
0.19
Total
219,816,882.00
130,894,649.94
0.40
Total no ejecutado

88,922,232.06


Comparado con las estimaciones de ingresos que el sector turístico genera en Andalucía y en un sólo año (en torno a 16.600 millones de euros), las cuantías de estos dos programas son relativamente reducidas. Incluso el monto total no gastado en cuatro años, no llega ni al 12 % de lo que el sector puede generar en sólo un año. Pero como se ha dicho, no es el dinero público el que tiene que generar la actividad económica privada en sectores muy “de mercado” como el turístico, pero sí debe contribuir eficazmente a la fortaleza de un sector económico estratégico como este.
Invocar el argumento de los “recortes presupuestarios” para justificar estas desviaciones presupuestarias podría ser válido, pero ello exigiría que todos los programas de gasto de la Junta de Andalucía para estos años hubiesen gastado por debajo de lo aprobado. No ha sido así; no pocos programas de gasto muestran desviaciones al alza.

Como toda Ley –y la Ley de Presupuestos es una más- cuando no se aplica, la reputación del Gobierno se ve lesionada. Particularmente cuando el dinero del contribuyente que se aprueba gastar en determinadas partidas no se aplica según lo aprobado, además de erosionarse la credibilidad del gobierno lo hace también la voluntad de cooperación fiscal de quien paga los impuestos. En otros términos, aumenta la predisposición a cometer fraude fiscal.