miércoles, 11 de agosto de 2021

EL SECTOR EXTERIOR ANDALUZ (José Manuel Cansino en La Razón el 21/01/2019)


El sector exterior de la economía regional andaluza se ha abierto un pequeño hueco en la opinión pública en los últimos días que va más allá del interés de quienes trabajan en él. La razón estriba en que se incluyó en los acuerdos que han permitido el cambio de gobierno de la Junta de Andalucía. Particularmente lo anterior se plasmó en el Punto 40 del acuerdo PP-Cs y el 12 del acuerdo PP-VOX. En ambos se señala el camino de integrar las oficinas comerciales de la Junta de Andalucía dependientes de EXTENDA en la red de oficinas del Instituto de Comercio Exterior (ICEX). El alcance de uno y otro punto es muy diferente y especialmente el primero, leído detenidamente, garantiza la supervivencia tal cual de la Agencia Andaluza Promoción Exterior, S.A. (EXTENDA). Esta agencia funciona como un organismo adscrito a la hasta ahora Consejería de Conocimiento, investigación y Universidad. La única limitación que se pone a partir del acuerdo PP-Cs es a posibles nuevas oficinas comerciales de Extenda en el exterior. Los nuevos socios de gobierno prefieren que se ubiquen dentro de la red del Instituto de Comercio Exterior español o compartan gastos con otras comunidades autónomas.

Su actualidad informativa justifica dar un repaso al sector exterior andaluz, repaso que viene limitado por la accesibilidad de datos regionalizados pues si bien son abundantes para las actividades de importación y exportación de bienes y servicios, son de difícil acceso cuando se intentan conocer los otros muchos componentes de la balanza de pagos como la balanza de capitales o la balanza financiera.

El valor de las exportaciones andaluzas acumulado entre enero y octubre de 2018 fue de 3.299,6 millones de euros lo que representa apenas un 2.1 % del PIB de Andalucía sin bien esta última cifra incluye también lo producido en noviembre y diciembre. Las exportaciones de las empresas residentes en Andalucía cubren el 99.48 % del valor de las importaciones, un porcentaje que alcanzó la mejor cifra en 2015 pero que ha disminuido desde 2016 tanto en España como en nuestra región.

El principal componente de nuestras exportaciones (22.89 %) y desde luego de nuestras importaciones (53.17 %) son los minerales. Nuestros clientes principales residen en Europa hacia donde va el 67.97 % de las exportaciones andaluzas si bien entre 2016 y 2017, el área económica del mundo donde más crecieron las exportaciones regionales fue la integrada por los nuevos países industriales de Asia. En estos países las exportaciones andaluzas crecieron un 77.93 % entre esos dos años. Que el crecimiento esperado para 2019 y 2020 de la economía china siga estando en el 6.3 % junto con la reducción de barreras a la importación en India ayuda a consolidar este destino de las exportaciones.

En lo que se refiere a la inversión extranjera directa en Andalucía, su destino más importante es el sector servicios con más de 14.447 millones de euros en 2017 concentrados fundamentalmente en el sector inmobiliario; 3.369 millones. Este flujo de inversiones puede verse un poco resentido por la retirada de políticas ultraexpansivas por parte de la Reserva Federal Norteamericana y el Banco Central Europeo, si bien se espera que este último no comience aún la subida de tipos de interés ante las poco halagüeñas perspectivas de crecimiento económico.

El desarrollo del comercio exterior de las empresas andaluzas en 2019 se va a realizar en un contexto de moderación del crecimiento de la tasa del comercio internacional que ha pasado del 4.6 % (2017) al 4.3 % (2018). El comercio internacional ha estado muy influido en los últimos años por el gasto en bienes de inversión y por el precio de las materias primas; este último un clásico pero con un impacto muy directo en el comercio exterior andaluz dado el peso de los minerales, del petróleo refinado y de los bienes de alimentación.

En definitiva, las políticas de promoción exterior siguen teniendo mucha tarea por delante sin que esto nos haga olvidar que la mayor parte de los clientes de las empresas andaluzas están en el resto de las regiones españolas. La desconfianza hacia el papel que deben seguir jugando las oficinas comerciales regionales se entiende por dos razones. La primera es estrictamente de coste y apunta a aprovechar la estructura del ICEX más que a engordar una red de oficinas paralelas financiadas con el presupuesto de la Junta de Andalucía. La segunda es de tipo político y se deriva del uso fraudulento que la Generalidad de Cataluña ha hecho de estas oficinas convirtiéndolas en embajadas de un gobierno golpista, algo que no sólo pone en evidencia la permisividad de los últimos gobiernos de España sino que salpica al resto de oficinas comerciales regionales.

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