martes, 30 de junio de 2015

¿Me afecta el ‘Grexit’? (José Manuel Cansino en La Razón el 30/6/2015)

El Eurogrupo nació con un pecado de soberbia cual fue el de no regular la forma en la que un socio dejaba de formar parte o se le expulsaba por ‘mala conducta’. Era tal la convicción de los fundadores que sólo se contemplaban las reglas que habían de cumplir los futuros países que llamasen a la puerta del club. No es ese el principal problema de la crisis griega, de alguna forma u otra si no devuelven los plazos de los sucesivos vencimientos, alguna forma de salida se arbitrará.


(Ciudadanos griegos esperando a sacar dinero de cajeros automáticos)


El problema es que todos los analistas coincidimos en que Grecia no puede pagar su deuda salvo que debute un crecimiento económico brutal que ni está ni se le espera. Mañana martes Grecia tiene una primera prueba que consiste en devolver 1.550 millones al Fondo Monetario Internacional. Hasta ahora no ha tenido problemas en hacer frente a esta cuantía de pagos. Más importante, en cambio, es el pago de más de 4.000 millones que tiene que hacer en julio al Banco Central Europeo.
A esta situación hay que añadir la retirada masiva de dinero del sistema bancario griego. Sólo el sábado parece que se retiraron 400 millones de euros aunque este tipo de estimaciones tiene una veracidad limitada, no porque no la sepan los bancos, sino porque no suele trascender para no azuzar el pánico ni provocar lo que en Economía se denomina ‘Efecto rebaño’. La sangría de los cajeros automáticos la está taponando el Banco Central Europeo a través de préstamos de emergencia denominados ‘Emergency Liquidity assistance’ –ELA- (3.000 millones en los últimos días) que siguieron realizándose el domingo, justo pocas horas después de que el ministro Varoufakis abandonase la reunión del Eurogrupo y el Parlamento heleno aprobase la convocatoria de un referéndum para el 5 de julio.
Yo me he manifestado siempre a favor de que las deudas deben pagarse pero especialmente cuando su origen –como en este caso- está en un comportamiento desleal y mentiroso del deudor, pues no debe olvidarse que la crisis griega arranca del descubrimiento de un gran déficit público oculto. Esto que vale para Grecia sirve también para Bankia. La socialización de pérdidas puede aceptarse transitoriamente si así se garantizan los depósitos de los ahorradores y no se provoca el pánico en el sistema financiero pero, más pronto que tarde, la socialización de pérdidas debe revertir en una socialización de beneficios vía privatización de la entidad nacionalizada. De alguna forma esto es lo que debería ocurrir en el improbable caso de que Grecia consiga salir del rescate como han hecho Irlanda y Portugal.
Pero lo anterior no obsta para que haya que ver en el referéndum griego una decisión de honestidad política donde muchos sólo ven una maniobra dilatoria. En primer lugar porque, de aprobarse, va en contra del programa de la coalición de gobierno que aupó a Tsypras a la presidencia. Si los griegos lo aprueban, el sentimiento de traición a su electorado se reduciría. Pero en segundo lugar, porque no se puede zaherir el orgullo de una Nación imponiendo desde los acreedores cambios de este tipo o incluso cambios de gobierno (Italia y la propia Grecia son los precedentes). Por cierto que entre los voceros contra la posición del Eurogrupo no parece importar en este caso que el referéndum haya salido adelante con los votos a favor de Amanecer Dorado.
Grecia vive atrapada en el género literario que hizo famoso a sus letras, la Tragedia. Ni las recetas de la Troika impuestas al tomar el primer rescate dieron sus frutos, ni tampoco el Gobierno de Szyriza tiene un plan creíble para conseguir una prórroga del rescate que expira el día 30 de junio y que le permitiría acceder, como mínimo, a 7.200 millones de euros que tiene pendientes de cobrar -del BCE, del Mecanismo Europeo de Estabilidad y del FMI-.
Lo más probable es que la semana arranque con alguna fórmula de corralito suave que, en la práctica, consistirá en limitar la cantidad de depósitos que se pueden retirar de los bancos en efectivo. El BCE seguirá inyectando préstamos de emergencia y el euro seguirá siendo la moneda en circulación en Grecia hasta después de conocer los resultados del referéndum del 5 de julio. Luego ya se verá.

Grecia debe a España más de 26.000 millones de euros aunque si bien esto es lo más llamativo, lo peligroso sería que una cada vez más cercana salida del país heleno de la zona euro, provocase una subida de la prima de riesgo española que arrastrase a todos los tipos de interés bancarios y frenando nuestra lenta recuperación. Sin embargo, hace tiempo que la prima de riesgo española se desacopló de la de Grecia y de otros países rescatados –Irlanda y Portugal-. Las tendencias son absolutamente distintas. Así las cosas, sin descartar movimientos de corto plazo en las bolsas, la prima de riesgo española no debe resentirse significativamente ni siquiera en el caso definitivo de quiebra (‘default’) de Grecia. Es cierto que en las últimas horas las redes sociales han rescatado el mensaje de Varufakis alertando de un efecto dominó de quiebras en Irlanda, Portugal, España e Italia, pero si se repara, se trata de mensajes escritos en 2013. Parece que no, pero económicamente la situación de España no tiene nada que ver con la de un país rescatado.

2 comentarios:

  1. Lo mas serio es que haya Grexit o no seguirán cada vez más los mismos padeciendo los ajustes, ceteris paribus. No estará habiendo un divorcio entre la sociedad y sus dirigentes oficiales?

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  2. Ceteris Paribus = Status Quo...
    https://kokotaraino.wordpress.com/2012/02/13/cuidado-con-lo-que-se-avecina-arturo-perez-reverte/

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