Cuando a un académico se le pide
opinión sobre lo que ha de hacerse para salir de una coyuntura económica gris y
prolongada, hay un elevado riesgo de recibir un recetario amable de medidas
ideales pero difusamente definidas. Por eso quizás convenga distinguir en este
prontuario que se me pide entre lo urgente y lo importante. Lo urgente en
Andalucía es reducir drásticamente el desempleo. Lo importante es hacerlo sobre
una economía no fingida; una economía con pilares sólidos. En definitiva,
medidas con efectos a muy corto plazo pueden no trazar la mejor hoja de ruta
hacia una economía robusta.
Sea como fuere, doy mi particular
decálogo que ni es exhaustivo –no puede serlo para una economía de estas
dimensiones- ni por no mencionarlos menosprecia sectores tan importantes como
el de la industria agroalimentaria, el turismo o el exportador. Se ha buscado
la originalidad y se ha pretendido huir de los lugares comunes.
LO URGENTE
1.- Urge hacer un inventario de
las obras civiles que han quedado inacabadas en los tres niveles de la
administración territorial. Deberían priorizarse aquellas que, teniendo un
porcentaje alto de ejecución, más directamente ayuden a los flujos comerciales
y turísticos. Una vez con el inventario en el ordenador habría que movilizar
los fondos disponibles de las tres administraciones para su activación. Estos
fondos deberían incluir también las partidas que los ayuntamientos manejan del
AEPSA (antiguo PER) en un marco de comisiones mixtas donde estén representados
los municipios de la zona de influencia de la obra pública. Esta actividad
tiene mucha capacidad tractora de la industria auxiliar y una alta
empleabilidad de personas con escasa cualificación profesional.
2.- Las dos sociedades de
garantía recíproca existentes en Andalucía (Avalunion y Suraval) deben jugar un
papel central en facilitar el acceso al crédito de las PYMES. En este proceso,
su estructura de gobierno –esencialmente en manos de instituciones privadas
aunque “para-públicas” o públicas- no debe convertirse en una barrera
infranqueable para cumplir su misión fundacional.
3.- El repunte del precio de
recursos naturales abundantes en Andalucía como consecuencia de la presión de
la demanda de países asiáticos hace de la industria extractiva un sector clave
en la salida de la crisis. Con las debidas garantías medioambientales (las
europeas son las más exigentes del mundo) la reactivación de la faja pirítica
de Huelva debe jugar un papel clave en la recuperación de una industria que en
entre 2009 y 2011 casi ha doblado su aportación al PIB regional.
4.- La reedición del conflicto de
Rusia con Ucrania sitúa a Andalucía en una triple posición privilegiada en el
ámbito del sector de la generación y distribución de la energía; un sector que
representa más del 2 % del PIB andaluz. Esa triple posición se evidencia a) en
el papel estratégico de las refineras andaluzas que no dependen esencialmente
del petróleo ruso, b) en el protagonismo que puede jugar el suministro de gas
licuado procedente de Argelia tanto vía gasoducto como en buques metaneros con
destino a los puertos de Huelva o Almería y c) en la generación de electricidad
verde apoyada en la mejora de la interconexión con Portugal y Francia. Esto
último iría asociado a una importante inversión en redes de transporte.
5.- El sector público andaluz
(que emplea al 26.7 % del total de empleados) no puede aplazar por más tiempo
la incorporación de las técnicas de gestión orientadas a resultados en aquellas
unidades donde sea posible. Instrumentos como los contratos programa o las
técnicas tipo “torneos” deben generalizarse de manera que permitan impactar
significativamente en la remuneración y disponibilidades presupuestarias de los
profesionales y centros que muestren resultados excelentes. Esto contribuirá a
una mejora relevante de la productividad del capital público.
LO IMPORTANTE
1.- La estructura empresarial
andaluza debe evolucionar desde la microPYME a la PYME de mayor tamaño. En otro
caso, la reducida dimensión de las empresas las deja fuera de participar como
empresas auxiliares en sectores tan importantes como el aeroespacial, la
ingeniería civil o parte de la industria agroalimentaria (la política de
pequeñas almazaras ha sido un buen aliado para el aceite envasado en Italia y
otros países mediterráneos).
2.- La educación reglada a corto
plazo debe jugar un rol determinante en dos aspectos. En primer lugar
sustituyendo la actual política de formación orientada al empleo basada en
centros propiedad de sindicatos y organizaciones empresariales. Estos fondos
deben pasar a estar gestionados por centros de formación profesional adscritos
al sistema de enseñanza público, privado-concertado y privado. Esta estrategia
será coherente con una de las pocas partidas de los fondos europeos que
aumentará en los próximos años –el dinero para la formación profesional-. Además
debe hacerse sin la cicatería presupuestaria con la que se viene tratando al
sistema de educación concertado andaluz. No puede minusvalorarse el capital
humano que hoy trabaja en el sistema de enseñanza sea cual sea la titularidad
de los centros.
3.- La educación reglada a medio
plazo debe dar cabida a la inversión privada asociada a los proyectos
universitarios que lideran universidades como la Loyola o la San Pablo CEU.
Estas iniciativas contribuirán a acabar con la precariedad del empleo de
excelentes profesionales que ahora tienen posibilidades cerradas en las
universidades públicas andaluzas. Para el futuro mediato, los campus
universitarios andaluces –privados y públicos- deberían incorporar como ámbitos
de expansión los países del Magreb y los de la costa occidental de África hasta
Guinea. Todos ellos países necesitados de un nuevo diseño institucional y
muchos cada vez más distantes de la tradicional influencia francesa.
4.- Por duro que resulte, el
fuerte desempleo que padece Andalucía no puede seguir esperando otro “boom
inmobiliario” para reducirse drásticamente. En un mundo en el que países en
expansión conviven con regiones como la nuestra azotadas por el paro, el empleo
hay que buscarlo fuera. Las administraciones deben ayudar a eso y a pesar de las
reticencias que las autoridades pongan a este tipo de acciones, los ciudadanos
deben exigir de los servicios de empleo que aumenten la información que aportan
de las posibilidades de empleo en otras regiones españolas y en el extranjero.
Todo ello sin dejar de evidenciar que la mayor parte de empleos no se consiguen
a través de estos servicios sino de las relaciones personales.
5.- Andalucía debe huir de toda
tentación de programas de renta básica. Sería el golpe definitivo a la
desmovilización de esa juventud que responde “quiero trabajar en la Junta de
Andalucía” cuando en una Facultad de “Empresa” preguntas en clase “¿cómo te ves
en el futuro?”. Una cosa es que la sociedad auxilie eficazmente y a través del
sistema público a quien esté en una situación de necesidad involuntaria y otra
emular al flautista de Hamelin para alejar a la sociedad de la prosperidad con
una mínima asignación mensual. Cuando se roba la sana ambición de prosperar, se
garantiza la necesidad y escasez futuras.
Mientras tanto, ¿por qué no incluir
en el TV pública dibujos animados y películas en inglés y en ‘prime time’? Muchos
no saben lo barato que sale y lo eficaz que resulta.
José Manuel Cansino. Profesor Titular de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla. Director de la Cátedra de Economía de la Energía y del Medio Ambiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario