Mujer, joven, extranjera y
residente en Andalucía. Ese es el retrato más habitual de desempleado que nos
deja la última Encuesta de Población Activa (EPA) publicada por el Instituto
Nacional de Estadística. Es el retrato de las personas que naufragan en esta
crisis que no cesa en la mayoría de los hogares a pesar del cambio de tendencia
que cada vez es más consistente.
Pero estilicemos los datos que
nos ofrece la EPA. Por ejemplo, ¿hay una clara ‘feminización’ del desempleo en
España? Los datos nos dicen que no. La tasa de paro de las personas mayores de
16 y menores de 64 años es sólo un poco mayor entre las mujeres (26.67 %) que
entre los hombres (25.63 %). Pero, ¡atención!, si la mujer reside en Andalucía
(36.37 % de paro) o en Extremadura (33.24 %), sus posibilidades de estar parada
aumentan notablemente. Parte de la explicación de la elevada tasa femenina de
desempleo en Andalucía (38.06 %) y en Extremadura (35.14 %) la puede el lector
interesado encontrar en ‘El campo andaluz y extremeño’, un libro que tuve la
oportunidad de coordinar en 2003 y que publicó el Consejo Económico y Social.
Una situación muy similar aparece en las dos Castillas –Madrid, a un lado,
aunque también es Castilla ¡faltaría más!-.
En el resto de regiones, la tasa
de paro femenina o es inferior a la masculina (Canarias y Baleares) o es muy
similar (Cataluña).
Por su complejidad, un comentario
más detenido merece la situación de los residentes extranjeros. Sobre esta
cuestión me llamaba la atención recientemente en Twitter el profesor Mario
Bilbao, de la Universidad de Sevilla. El profesor Bilbao subrayaba la
contribución de la reducción de la población activa en la explicación de la
bajada del paro registrado. Tras ello estaba el regreso a sus países de origen
de miles de personas extranjeras residentes hasta el momento en España.
Efectivamente, el perfil de
‘náufrago’ de esta terrible recesión económica nos dice que la tasa de paro
entre los extranjeros mayores de 16 años es del 36.82 % (¡prácticamente la
misma tasa de desempleo que en Andalucía!) frente al 24.20 % de la población
española. Naturalmente esto empuja a muchas personas extranjeras a tomar las
maletas de regreso. Pero desde la perspectiva de la política económica para
reducir el desempleo esto tiene una lectura económica terrible ya que la mejor
política sería “no hacer nada”. Bastaría con esperar que la población
extranjera siguiese su camino de regreso y que la destrucción de empleos se
frenase, para conseguir bajar la tasa de paro sin apenas crecimiento económico.
Analicemos esto. Las estadísticas
del Ministerio de Empleo nos dan buena información. Ojo que ahora no seguimos
los datos de la EPA que hasta ahora veníamos comentando. Bien, estas otras
estadísticas nos dicen que la variación absoluta de contratos laborales en
España entre enero y septiembre de 2013 ha sido de 74.300 empleos netos. Esto
es, el número de empleos que se crea es mayor que el que se destruye aunque en
un número muy reducido si se tiene en cuenta que la población activa en España
es de más de 22.7 millones de personas. Además, existe una fortísima
destrucción de contratos indefinidos de enero a septiembre de 2013 (-287.100) compensada
por la mayor creación de empleos temporales (+361.400). Alguien se ha definido
a este proceso como el resultado brutal de unos hijos con contratos temporales
que echan del trabajo a sus padres y abuelos que tenían contratos indefinidos.
Si al final tenemos que quedarnos con las mayores cicatrices que recuerden esta
recesión, sin duda esta será una de las más grandes.
Por tanto, tenemos una pequeña
generación neta de empleo de carácter temporal pero ¿y la población extranjera?
Pues efectivamente como me decía el profesor Bilbao, la población extranjera se
está marchando en buena medida. De regreso a la EPA, los datos nos dicen que
con respecto al tercer trimestre de 2012, la población extranjera de más de 16
años residente en España se ha reducido un 4.83 %, esto es, en casi 220.000
personas. Son las “Maletas de desafío y desarraigo” que recuerda la periodista
Noelia Acedo.
Hay quien demanda un plan
específico de empleo para Andalucía dada la pertinaz primera posición que ocupa
en el ‘ranking’ del desempleo español. Si hay quien necesita de un plan así
será la ciudad de Melilla, cuna del poeta Antonio Rivero Taravillo, con un
41.20 % de paro. No es la mejor estrategia recurrir a rancias políticas
keynesianas que no resuelven problemas estructurales de debilidad del tejido
empresarial andaluz, de las malas prácticas de la Administración y de los casos
extremos del uso de los fondos para la formación para financiar lo
“infinanciable”.
Bajemos a la realidad cotidiana y
“remanguémonos” cada cual en su responsabilidad. Mi realidad es trabajar con
unos excelentes alumnos universitarios de entre los que hablan perfectamente
inglés son los extranjeros cuya lengua nativa no es, precisamente, la de
Chesterton.
José Manuel Cansino. Profesor Titular de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla.
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