Las recientes declaraciones del presidente del Banco de
Santander en Nueva York sobre el regreso del capital extranjero a España junto
a la notable subida de las cotizaciones en Bolsa ha despertado el interés de
muchos analistas por saber quienes son estos inversores.
Olga Grau ofrecía hace unos días una muy jugosa
información.
A comienzos de septiembre el fondo de inversión Apollo
Management International, que maneja a nivel internacional 113.000 millones de
dólares compró EVO, la filial de NovaGalicia Banco por 60 millones de
euros.
Otros fondos han comprado las plataforma inmobiliarias de
varias entidades financieras españolas. Entre ellos están los traspasos de las
plataformas inmobiliarias de Bankia a Cerberus; de Catalunya Banc a Kennedy
Wilson y Värde Partners; y del 51% de Servihabitat (La Caixa) a TPG. Un poco
antes, en diciembre de 2012, Banesto vendió su filial inmobiliaria Aktua al
fondo Centerbridge por 100 millones.
Posiblemente la última de las operaciones más sonadas ha
sido la compra de la auto cartera de FCC por parte de Bill Gates a cambio de
116 millones de euros. La fortuna de Gates tiene una magnitud superior a muchos
fondos de inversión y 'hedge funds'.
A diferencia de los fondos de inversión soberanos de los que
nos ocupamos hace poco desde estas mismas páginas , los fondos de inversión
privados gestionan fondos de pensiones, capital de empresas de seguros, parte
de los propios fondos soberanos de algunos países y grandes fortunas privadas.
Su 'modus operandi' es hacer de manera muy sofisticada algo muy intuitivo,
comprar barato, vender caro y generar unas plusvalías que van a manos de sus
propietarios regularmente.
Cuando piensan que una economía ha tocado fondo y con ello
el precio de sus activos (financieros y reales), entran comprando fuertes sumas
a las espera que se revaloricen conforme la remontada se va desarrollando. Así
lo han hecho en California, en Irlanda y ahora en España una vez que la prima
de riesgo está a niveles reducidos y estables y los indicadores económicos
apuntan a una recuperación.
Pero hay algo que no se debe pasar por alto sobre todo
teniendo en cuenta el poder de estos fondos capaces de desestabilizar o
estabilizar países enteros. Me refiero a que la mayoría de estos fondos tienen
residencia y operan desde paraísos fiscales. Escapan de la tributación
principal de los países de donde obtienen sus plusvalías .
Es curioso que en los días en los que hemos conocido que
Estados Unidos tenía intervenida hasta la máquina del café de centenares de
miles de personas, en los mismos años en los que se es capaz de rastrear un
barco cargado de ultra centrifugadoras de uranio camino de Libia para luego
montar una guerra y derrocar a un tirano amigo de Occidente, en este tiempo
decimos, se argumente que es imposible acabar con los paraísos fiscales desde
donde se mueve un capital financiero con la misma capacidad desestabilizadora
que un arsenal bien repleto.
Conforme la crisis se va ensombreciendo parece que poco o
muy poco va a cambiar. La economía financiera seguirá muy desvinculada de la
economía real y con una capacidad de influencia que supera a la de los
gobiernos. Mientras tanto, aquí España, aquí los fondos de inversión, por
favor, pasen y sírvanse que tenemos precios de saldo y una dignidad que parece
tan derogada como la Doctrina Parot.
José Manuel Cansino. profesor Titular de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla.
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