Hubo un tiempo no muy lejano, ese que ahora
llamamos grosero pero que en el fondo la mayoría añora, en el que el número de
afiliados a la Seguridad Social en España fue de más de 19 millones de
criaturas. De ellas, 3.1 millones residían en Andalucía. La crisis se llevó por
delante desde 2007 hasta febrero de 2013 a 3 millones de cotizantes de los que
casi medio millón correspondieron a Andalucía.
Lo anterior debe leerse de la siguiente
forma; el PIB español desde 2008 ha tenido una caída del 6 % pero la caída del
empleo ha sido del 20 %. Probablemente sea este el mejor ejemplo de que una
buena parte de nuestra economía era una 'Economía fingida' tal y como titule
hace poco tiempo un libro dedicado al análisis de la crisis tomándole el título
al ingeniero Eusebio León.
Es cierto que casi desde los primeros
meses del apenas superado 2013, las afiliaciones a la Seguridad Social
comenzaron a crecer. El dato del mes de diciembre que acaba de hacerse público
es particularmente esperanzador. Con todo no ha impedido que el año cierre con
una caída neta en el número de cotizantes de 85.041; un dato mucho menos
dramático que el registrado en 2012, año en el que los afiliados a la Seguridad
Social disminuyeron en 787.240 personas.
Con mucha probabilidad en 2014 tendremos
un aumento neto en el número de cotizantes de la Seguridad Social. Sin embargo,
los datos pueden confirmar que a pesar de aumentar el número de adiliados, la
masa salarial disminuya. Este resultado sería posible si el aumento neto es
pequeño y se continúa con la disminución de salarios. Estamos trabajando por
mucho menos y sin hacer la medición en términos de poder adquisitivo. De
hacerlo, el escenario es mucho más oscuro.
Al mismo tiempo que se ha hecho público
el dato de afiliaciones a la Seguridad Social, el Servicio Público de Empleo
Estatal ha publicado la cifra de paro registrado. Una cifra que disminuyo en el
mes de diciembre en 107.570 personas y que en el total acumulado para 2013
supuso una reducción de 147.385; una cantidad muy pequeña comparada con casi
los 6 millones de desempleados que siguen existiendo en España según la
Encuesta de Población Activa.
De esos casi 6 millones de parados sólo
percibían una prestación por desempleo en diciembre del año pasado 2.801.262,
lo que supone a los que trabajadores ocupados financiar una nómina mensual de
2.355,5 millones de euros en prestaciones.
Es muy tentador decir que la clave para
entender la disminución en el paro registrado está en la emigración. De hecho
España tuvo en el primer semestre de 2013 un saldo migratorio negativo de -
124.915 personas. En otras palabras los residentes que emigran superan en esta
cifra a los inmigrantes que recibimos. En el caso de Andalucía, más de 4.000
personas decidieron emigrar en los seis primeros meses del año pasado
contribuyendo a engrosar esa cifra que tanto se parece a la disminución en la
cifra de parados.
Sin duda, una parte muy importante del
desempleo español se va a resolver por la vía de la emigración. Históricamente
siempre ha sido así en todas las economías en declive que han convivido con
otras economías bollantes.
Hay analistas que estiman en una década
el tiempo que España deberá invertir en recuperar los niveles de afiliación a
la Seguridad Social de 2007 (más de 19 millones de personas), pero si ya ocurre
que las estimaciones para el próximo trimestre son arriesgadas, las que lo fían
a una década tienen mucho de bola de cristal.
En cualquier caso, no nos engañemos, si
pudiéramos volver a la época del endeudamiento fácil y de la burbuja, aquí se
apuntaban casi todos los que ahora apedrean bancos con la misma facilidad que
antes echaban el brazo por encima al director de la sucursal de turno.
La salida de la crisis no sólo depende
crucialmente del retorno del crédito . Depende también de evitar una nueva
situación de sobre endeudamiento de familias, empresas y administraciones
públicas. Depende, en definitiva, de no volver a caer en una Economía fingida o
de cartón piedra y de ello deben tomar buena nota los más jóvenes que ahora
toman el avión con una mochila con carbón de Reyes Magos. Carbón dulce.
José Manuel Cansino. Profesor Titular de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla.
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